Otra manera diferente de comer calabaza, y que está riquísima… necesitamos la calabaza tipo “violín” o tipo “pera”. El picantito de las hierbas y las especias penetrará en la piel doradita y crujiente de la calabaza. Se puede usar para muchas cosas una vez asadas y picantes.. como para acompañar pasta o rellenar canelones, lasañas, raviolis.., para comerlas con pan, como guarnición de un asado, aliñada con vinagreta también debe estar buenísima o para un risotto también. Cuando la cociné para mi familia y para mí, no parecían muy convencidos pero luego como les gusta mucho el picante les encantaron. Además es muy barata y muy fácil de encontrar.
Para 6 personas:
1 calabaza mediana o grande, de
2 cucharaditas de semilla de cilantro
2 cucharaditas de orégano seco
2 guindillas
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de pimienta negra
1 ajo
1 cucharada de aceite de oliva
Lavamos la calabaza, la cortaremos por la mitad con un cuchillo grande y largo. Para que el corte sea más seguro y sencillo, cortamos primero de un lado y hacemos rodar la otra mitad de la calabaza por el filo del cuchillo. Con una cuchara grande sacamos las semillas ( que si la asamos con un chorrito de aceite y sal salen unas pipas de calabaza.. umm!!) Cortamos cada mitad en 8 cuñas, más o menos de
Majamos en el mortero todas las hierbas y especias con la sal y la pimienta hasta conseguir un polvo fino, añadimos el ajo y majamos de nuevo. Pasarmos esta mezcla a un cuenco con el aceite de oliva y pincelamos bien las calabazas con esto, por todos lados.
Ponemos las cuñas de calabaza en una bandeja de horno, una al lado de la otra y las asamos durante 30 minutos a 220º, o hasta que estén tiernas.
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